La
climatología es algo que cambia mucho las cosas en fotografía, es además uno de
los factores que pueden aportar un momento especial en nuestra foto, sobre todo
en fotografía de paisaje y fotografía nocturna. Será un buen aliado en estos
casos un conocimiento de las posibilidades de cada combinación de algunos factores
como: temperatura, humedad, nubes, fase lunar, viento, lluvia, nieve, niebla, cualidades
de la luz, contaminación lumínica, época del año, etc…, a la vez de saber
aprovecharlas mejor para tus propósitos en cada situación. A mi no me gusta
mucho esa frase típica de “que suerte, siempre te tocan los mejores momentos”
yo diría algo parecido a lo que escuche hace poco de Urtzi Vera refiriéndose a
una historia del libro “La buena suerte” en un vídeo del congreso de AEFONA de
este año, algo así como, las buenas hortalizas crecen donde el terreno está
abonado y las condiciones son idóneas para su desarrollo. Y esto para la
fotografía lo podemos aplicar igual, ya sea a la hora de encontrar momentos
climatológicos irrepetibles, o sea para conseguir cualquier otro factor que
haga de una foto especial, como la luz, el momento biológico, el sujeto elegido
o la forma de retratarlo, y otros muchos…
Las nubes
por ejemplo es una de las cosas importantes en muchos tipos de fotografía en
exteriores, en fotografía de paisaje con cielos por ejemplo, son elementos que
hay que tener muy en cuenta en el encuadre cuando componemos una foto. Y en
cualquier tipo de fotografía en exteriores es algo que cambia drásticamente una
cualidad de la luz muy importante, la calidad (además de otras cualidades de la
luz como la intensidad y el color), podremos conseguir luz dura, luz suave o
todas sus gradaciones intermedias según nuestras necesidades eligiendo el
momento apropiado: despejado para la luz dura, nublado para luz suave, y las
gradaciones intermedias se pueden conseguir con nubes dispersas que van tapando
el sol o la luna de vez en cuando, en esos instantes en los que se está tapando
son momentos en los que hay un cambio rápido de la calidad de la luz, y pueden
sacarse por ejemplo buenas texturas o volúmenes bien marcados, pero con sombras
un poco más suavizadas, o hablando claro, reducir un poco el contraste sin
renunciar a las sombras y suavizar un poco más los bordes entre sombra y luz,
esto también se puede conseguir cuando el sol tiene delante una capa de nubes que
tapa algo de su intensidad pero sigue dejando pasar los rayos suficientes como
para crear más textura y volumen. Elegir una luz más suave o más dura puede
resaltar valores como la armonía o el contraste en una foto.
En
fotografía de larga exposición tendremos que tener en cuenta también el
movimiento de las nubes, hacia donde fugan y hacia donde queremos que vayan las
líneas.
El viento
puede ser un inconveniente o también puede ser un aliado, según lo que queramos
hacer.
Fenómenos como
el arco iris, los rayos y relámpagos, las auroras boreales, los rayos de sol que
se cuelan por los huecos de las nubes y otros por el estilo son también
especiales para aprovechar en nuestra composición.
La lluvia,
la nieve, la niebla son otros fenómenos que también pueden dar un momento
especial a la foto, la niebla por ejemplo puede ayudarnos a separar planos y a
dar más profundidad con la perspectiva atmosférica, además de ayudarnos a
simplificar la composición y a reducir los elementos visibles en la foto.
Ya sabemos
lo que pasa con los paisajes en cada época del año, que cambian y algunos no
poco, sino mucho, otro factor clave a tener en cuenta, algunos por ejemplo
pueden estar mejor vestidos en otoño, otros en primavera, otros en invierno,
otros en todas las estaciones, normalmente creo que todas las estaciones habrá
posibilidades, lo que también creo que estas serán muy distintas en cada una de
las épocas, y seremos nosotros los que deberemos de saber adaptarnos a cada una
de estas posibilidades.
En el caso
de fotografía nocturna, la presencia o no de contaminación lumínica, de humedad
en el ambiente, de nubes y la altura de estas, influirán de manera drástica en
el color que conseguiremos en el cielo con un mismo balance de blancos, o en la
exposición necesaria para el cielo.
Otra cosa
muy importante en fotografía nocturna es la fase lunar, podremos jugar con las
distintas intensidades que tiene la luna en cada fase o con su ausencia
aportando toda la luz nosotros, también las distintas direcciones a lo largo de
la noche y en distintas épocas, además de tener también en cuenta su posición
en el caso de incluirla en el encuadre, algo que nos puede ayudar a planificar
una foto teniendo en cuenta todo esto son los programas y aplicaciones tipo The
Photographers Ephemeris o Photopills que te informan de su posición y altura en
el momento y lugar que elijas.
Ejemplo
práctico:
Aquí podemos
ver un ejemplo de cómo el clima cambia las posibilidades drásticamente en cada
momento según las condiciones, son dos fotos del mismo sitio y de encuadre parecido,
que pese ha separarlas solo 1100K de una a la otra en cuanto a la temperatura
de color elegida, cambia mucho el color obtenido, la iluminación de la luna en
cuanto a dirección también está igual más o menos, cambia su intensidad y
también la iluminación aportada por mi, que en la segunda es mucho más visible,
a mi la verdad que me sorprendió el cambio de color sobre todo, y de esta forma
se aprende, viendo el resultado con cada una de las condiciones climáticas,
temperatura de color elegida, etc...
En la
primera no había nada de humedad, lo que me permitió evitar al máximo la
contaminación lumínica que hay detrás del cerro, en esta elegí 4400K, aunque el
aire era fuerte, de ahí el movimiento del olivo. Pero en la segunda, debido a
la humedad, se veía un montón la contaminación lumínica, lo que me hizo elegir
un balance más cálido, 5500K, para hacer la cielo de un cálido más uniforme,
además de que la ausencia de aire me hizo incluir más elementos iluminados.
La luna
también influye bastante en las diferencias de las dos primeras fotos en cuanto
a intensidad de la luz a pesar de una misma dirección, en la primera estaba más
de media y en la segunda estaba menos de media, y se nota bastante en la
iluminación del ambiente, pese a tener un ISO más alto y diafragma más abierto
la segunda.
En las
siguientes dos fotos, en la primera había menos de media luna y la otra
ninguna, también se aprecian claros cambios, todos estos cambios son los que
deberemos de tener muy en cuenta y aprovechar para realizar con más exactitud
lo que tenemos pensado.
Y hasta aquí
estas líneas sobre la influencia de la climatología en la fotografía, me he
metido un poco en fotografía nocturna también porque es lo que estoy
practicando ahora más, espero no repetirme demasiado y que pueda ser de
utilidad a alguien.
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